domingo, 5 de febrero de 2012

Drugs Free Zone

Me han dicho que hoy voy a ser el primer plato de la cena de lo que nunca debería de haber sucedido.
Esta sensación de que nada es cierto me está comiendo por dentro. Debe ser que los sábados son los días oficiales de los repartidores de besos. Se regalan a diestro y siniestro. Sobre todo siniestros son los ojos de aquellos profesionales del obsequio de ósculos. Bienaventurados los que busquen a sus víctimas entre la noche para robarles el alma y llevarlos a la cama para, entrelazados, ofrecerles el último polvo de consolación.

Fóllame o ignórame, pero las dos no que me enamoro. Róbame la carne entre tus brazos y haz que me eleve hacia lo más profundo de mi ser. Pero no, esta noche no me abandones. No te dejaré. Empújame contra la pared y déjate llevar por la pasión hasta que me estremezca en esta fría habitación. Mírame a los ojos y devórame con la mirada. Haz que te desee esta noche hasta morir. Hoy voy a ser tu cena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario